Poemas
(del nuevo livro En el jardín de tu cuerpo)
VAMOS A PERDERNOS
Empiezan a caer
las primeras hojas amarillas
que anuncian el otoño.
Salgo al jardín
y veo a los pájaros picotear la tierra.
Riego con palabras al cántaro adormecido,
y dejo que el agua se escurra por el verdor.
Me siento sobre una roca blanca
y te espero bajo una prolongada llovizna.
Ya entrada la noche,
los ladridos de los perros
anuncian tu llegada.
Salgo a tu encuentro y palpita mi pasión y mi animal.
Muerdo tu boca como una jugosa naranja
y bebo tus líquidos,
y cuando te siento silenciosa
como si se tratara de una tarde gris
me acerco suavemente a tu oído
y te invito a que nos perdamos
en los rayos de cinturón de Orión.
***
YO NO SÉ SI SEA…
Yo no sé si sea poeta
yo no sé si lo que escribo
puede llamarse poesía.
Yo no sé si algún poema trazado
por mis manos sea visto como poema.
Yo no sé por qué escribo esto
quizá sea el yo, que busca,
el poema.
***
ERES MI MUNDO
Escuché una hermosa sinfonía
en el viaje nocturno.
Recorrí durante horas tu pelo adormecido
tus labios en silencio
y tus ojos callados.
Volé en la cama
como pájaro de invierno
en busca del nido.
Escribí en tu espalda
besos románticos
hasta abrazar tu cintura.
Cuando los gallos
cantaron el amanecer
te vi cerquita de mí
arropada bajo el invierno.
Y al verte de nuevo
pronuncié bajo el aroma del café
eres mi mundo, eres mi mundo.
***
TE ESCRIBO ESTOS VERSOS
Te escribo estos versos
con los ojos de un tigre enamorado
y en el vuelo de un zorzal de verano.
Te escrito estos versos
para saborear tus labios de muchacha
tejida con mano angelical.
Tu pelo adormecido en la noche entre mis dedos
se abre como rosas al amanecer,
que al despertarme me hace sentir
tu piel calentándose en mi hoguera.
Te escribo estos versos
como el perro que siente las caricias de su amo
cuando brillan sus ojos de alegría
en una tarde de ocaso.
Te escribo estos versos
con pasión de un poeta soñador
y caminante bajo la luna llena.
Te escribo estos versos
con los brazos extendidos
para estrechar tu cuerpo junto al mío
como el canto de una guitarra.
***
CUANDO HABITAS LA CASA
La máquina de coser
aruña las paredes,
el sol asoma sus ojos
por el ventanal de la casa
y el reproductor de música
diluye en la habitación:
«Te quiero tanto» de José Luis Perales.
El pasillo de la casa deja rimas de Bécquer,
mientras el aroma de un café se suspende
en una taza entre mis desordenadas manos
temblorosas ante la incertidumbre del tiempo.
***
CUANDO TÚ NO ESTÁS
Cuando tú no estás
la luna es media luna
y una parte de tu cuerpo
está en mí y otra parte
de tu cuerpo está donde estás.
Cuando tú no estás
los grillos cantan tu espera
y una canción de Joaquín Sabina
recorre nuestra estación espacial
en la espera de tu cuerpo.
Cuando tú no estás
me trasformó en sol
para calentarte con un poema.
***
EN LOS SAUCES
Cuando camino por los senderos
veo caer en las manos del sauce llorón
las gotas del cielo
y siento sonidos en mi alma.
Cuando el sauce me mira
siento que me pregunta de dónde soy,
y contesto que no sé de dónde soy.
Que soy de la tierra, de la niebla,
de alguna composición mineral,
de algún pedazo del cosmos,
de algún verso no leído.
Y después de un largo viaje
por la galaxia de los sueños
salgo al jardín
y contemplo el amor
en los pétalos de una rosa.
Moisés Cárdenas nació en San Cristóbal, Estado Táchira, Venezuela, el 27 de julio de 1981. Poeta, escritor, profesor y licenciado en Educación Mención Castellano y Literatura. Egresado de la ULA-Táchira. Ha publicado en antologías de Venezuela, Argentina, España, Italia y Estados Unidos. Entre sus obras:
Novela de género testimonial, “Los ojos de un exilio”, Editorial Avant, Barcelona, España, 2020. Publicación digital, “Obra poética y narrativa”, Biblioteca de Autores y Temas Tachirenses, volumen 208, BAT. San Cristóbal, Venezuela, 2018. Poemario infantil “Mis primeros poemas”, Ediciones Ecoval, Córdoba, Argentina, 2015. Poemario “Poemas a la Intemperie”. Editorial Symbólicus, Córdoba, Argentina, 2013. Poemario “Duerme Sulam”, Venezuela, 2007. Poemario “El silencio en su propio olvido”, Caracas, Venezuela, 2008.